Las personas, dìficilmente, conocemos realmente y a ciencia cierta a las demàs personas, es decir, no podemos conocer los detalles mìnimos de ellas, sin embargo, nos tomamos una impresiòn que mas o menos las encuadra. Esta impresiòn, por cierto bastante subjetiva, porque nadie puede saber de nosotros, mas que nosotros mismos y eso que cuesta conocernos a nosotros mismos, ( nos desconocemos y pensamos porque hize esto o aquello o ¿estoy loca?) porque a veces no sabemos como vamos a reaccionar ante diversas situaciones que se nos presentan en la vida. Pienso que las impresiones de nosotros mismos y de otras personas nos generan imàgenes.
Una imagèn no es una representaciòn exacta de algo sino la interpretaciòn que creamos, generamos a partir de nuestras sensaciones ( utilizando los sentidos) o a travès, tambièn, de nuestras percepciones ( percibir es algo - que pensar, es integrar e interpretar los estìmulos). La imagen no es el detalle, ni mucho menos la idea conceptualizada o elaborada de manera racional y pensante, es una especie de primera impresiòn, pero que se reafirma y solidifica, en general, vivimos de imàgenes antes que de procesos cognitivos que, al enterarse de la existencia de alguien, realicen anàlisis, sìntesis, abstracciones, comparaciones o generalizaciones.
Las relaciones pùblicas, tratan de mantener una imagen positiva de las organizaciones empresariales, a partir de generar en los individuos de opiniòn, corrientes faborables que conlleven una adecuada percepciòn del pùblico en general. Es entonces una misiòn por asi decirlo trascendente la de favorecer una buena imàgen hacia el exterior.
En tal sentido, las relaciones pùblicas trascienden el àmbito empresarial para constituirse en un agente de cambio social, que permite la interacciòn, participaciòn de un pùblico interno con otro externo, favoreciendo la comunicaciòn y el diàlogo, mediante elementos, muchas veces, simbòlicos.
Las relaciones públicas buscan elaborar estrategias que permitan, también, la adhesión en los individuos y la participación pública de estos, integrándolos a estamentos sociales, donde es vital su concurrencia. El elemento central de la relaciones públicas es el individuo, como unidad del conglomerado social, de ahí que su inclusión remite a fomentar las mejores de la sociedad en su conjunto. Con este fin, las relaciones públicas utilizan técnicas validadas y confiables, lo que le brinda una connotación certera y científica.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
miércoles, 15 de septiembre de 2010
RESPONSABILIDAD EN EL MANEJO DE LA INFORMACIÒN !
En muchas ocasiones, se han presentado un nùmero importante, de sucesos que han culminado en asesinatos o muertes de vìctimas indefensas. Los homicidas divergen en sus caracterìsticas, encontrando desde extranjeros que conocen a una chica vìa internet, la matan y la arrojan al mar en una maleta, otros que, apenas unos instantes de haberla conocido en un partido de pòker, en un conocido y concurrido casino miraflorino, la invita a ir a su hotel donde cruelmente y en un arrebato de ira, las asesina, hasta otros como provincianos que da muerte a los cantantes que lo empleaba o la hija que en complicidad con el novio, y para asegurarse de la herencia de su fortuna, asesina a su madre. Son variados y variopintos pero todos incluyen una tragedia, que enluta a diferentes familias.
Si notamos como estos nefastos sujetos han sido informados a los lectores, por los medios de comunicaciòn, veremos que existe un manejo, atiborrado de exageraciones y sensacionalismos, cargados de morbos y excentricidades y, en general, convirtiendo la exacta precisiòn del suceso, en una retahìla de rumores, chismes y maledicencias atribuidas a los personajes que de una u otra forma participaron en los luctuosos actos que se suscitaron.
La responsabilidad en el manejo de la informaciòn pasa por entender el rol social que cumplen los medios. Hacer efectivo un uso responsable y cuidadoso de los medios implica establecer ciertos criterios que regulen su actividad.
Suponer que el Estado y el Mercado son las iniciativas primarias para determinar la noticia es reducir la capacidad pensante de los comunicadores. Estos no resultan las opciones màs adecuadas para una regulaciòn, en aras de dar un valor preferente a la libertad de expresiòn y de informaciòn.
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